Es cierto que Twitter tiene la magia de la inmediatez, pero si no eres un “tuitero” de actualidad y tus comentarios tienen repercusión, quizás debas sacrificar esa mágica velocidad de un móvil por la demora de un portátil. Allá van cuatro razones.
1. La ortografía. Son famosos los errores tipográficos de nuestros famosos… algunos se producen por dedazos (B y V), y otros porque ser famoso no siempre se requiere un nivel cultural excesivo. En cualquier caso, un portátil es un extraordinario lugar donde corregir potenciales errores.
2. Seamos racionales. Contestar a un comentario que consideremos injusto, requiere algo de reflexión… y una de las pocas formas de garantizar dicha reflexión es teniendo que encender nuestro ordenador. Un ejemplo… el comentario tabernario de Juan Carlos Gafo fue muy posiblemente fruto de un enfado, que con toda probabilidad se hubiera disipado en el proceso de encender el ordenador.
3. El momento para postear. Si somos una persona “normal” cuyos comentarios no conllevan una gran repercusión, un tweet lanzado una noche de copas no tiene demasiada relevancia. Si somos una persona con una posición que involucre una cierta notoriedad, quizás deberíamos reflexionar nuestros comentarios públicos y evitar los momentos en los que con toda seguridad no estamos “listos”.
4. Los errores subiendo fotos. ¿Recordáis la foto que Cañizares subió a Twitter? Es un caso extremo de “error”, pero demasiadas veces sucede que un famoso en lugar de subir la foto del garito de moda, sube una mamarrachada que fotografió hace un par de horas.