La publicidad es un concepto que para la mayoría de la gente puede verse como una creación contemporánea de estos tiempos.
Sin irnos muy atrás, puedes hablar con alguno de tus familiares más mayores y probablemente te dirán que en su juventud los únicos anuncios que se podían ver eran en periódicos, escuchar en la radio, una que otra valla publicitaria y en comerciales si eras lo suficientemente afortunado como para tener un televisor… y aunque es claro que la invención y popularización del internet llevó a esta práctica a niveles estratosféricos (y lo digo literalmente ya que ni la nasa le paga youtube premium a sus astronautas obligándolos a ver comerciales desde la estación espacial internacional) mucho antes de la época de tus abuelos, panfletos y carteles gigantes promocionando los mejores aceites de oliva, vinos y hasta esclavos, adornaban y enganchaban potenciales clientes en la arena más famosa que ha existido en todos los tiempos… y justamente hoy hablaremos de esto.