El anuncio de Pepsi en el que un niño compra dos latas de Coca-Cola para poder alcanzar el botón de Pepsi en una máquina expendedora es uno de los comerciales más icónicos de la marca. Este anuncio es un excelente ejemplo de marketing competitivo y ha sido celebrado por su creatividad y simplicidad.
El anuncio fue creado como respuesta a una comunicación previa que destacaba que Coca-Cola vendía el doble que Pepsi. Pepsi decidió capitalizar esta afirmación de manera ingeniosa, mostrando a un niño que compraba dos latas de Coca-Cola solo para usarlas como escalones para alcanzar el botón de Pepsi en una máquina expendedora, sugiriendo así que la preferencia real de los consumidores era Pepsi.
Sin embargo, este anuncio no estuvo exento de controversia. Coca-Cola presentó una denuncia por uso indebido de su marca, argumentando que el comercial infringía sus derechos de propiedad intelectual. Como resultado, el anuncio fue prohibido por los tribunales, lo que solo aumentó su notoriedad y lo convirtió en un ejemplo emblemático de la feroz competencia entre ambas marcas.