Hoy hablaremos de, probablemente, uno de los productos puestos a la venta más estúpidos de todos los tiempos, pero que aun así logró hacer millonario a su inventor. ¿Por qué? Podemos llamarlo “la locura Pet Rock” pero quiero que antes de seguir leyendo sepáis que Gary Dahl, su inventor, era un creativo publicitario, y que logró crear un fenómeno en ventas que era un 1% producto y un 99% marketing.
Las Pet Rock (piedras – mascota) pertenecen a ese tipo de productos que catalogaríamos como “regalos desesperados”. Productos graciosos pero no muy útiles, que están bien como regalo curioso para dar cuando no sabes qué regalar, pero que nunca comprarías para ti mismo. Y a veces, hay mucha gente en la misma situación que tú, así que el producto se vende por miles.
Era 1975, y Gary, después de una conversación con un amigo sobre el trabajo que da tener una mascota y el dinero que cuesta, llegó a la conclusión de que tener una piedra como mascota no podría ser más barato y fácil de mantener.
Después de pasar dos semanas escribiendo el Manual de Entrenamiento para Pet Rocks, siempre en clave de humor, y encontrar un lugar donde comprar piedras a un centavo cada una, diseñó una caja de cartón como las de las tiendas de mascotas (con asa y agujeritos para respirar), donde transportar la piedra y el libro de entrenamiento.
Tras presentar su producto en una feria de artículos de regalo, los grandes almacenes Neiman- Marcus hicieron un pedido de 500 unidades. Un poco de prensa hizo el resto: tras algunos artículos sobre el curioso invento, bazares y shoppings donde salían los Pet Rock como idea para regalar, y unas cuantas entrevistas a Gary en medios generalistas y también financieros, los pedidos subieron tanto que empezaron a vender alrededor de 10.000 Pet Rock al día. Todo el mundo quería una Pet Rock, y ya no sólo para regalar, también para ellos mismos.
Cuando llegó la navidad de 1975 ya se habían vendido 2 toneladas y media de piedras, y tres cuartas partes de los diarios de EEUU habían hablado de una u otra manera sobre el fenómeno Pet Rock. Incluso Gary fue invitado por dos veces al mítico Tonight Show con Johnny Carson.
Vendiendo cada Pet Rock a 3,95 dólares, y con tan bajo coste de producción, os podéis imaginar que a esas alturas Gary Dahl ya era millonario. En 1976, cuando la moda de regalar un Pet Rock pasó, se habían vendido en total 1,5 millones de unidades del producto. Muchos intentaron crear algo similar, buscando repetir el éxito inmediato, probando otro tipo de bromas, productos, materiales… pero la Pet Rock quedó como el símbolo genuino de vender una “piedra” de producto, hacerlo deseado y conocido, y hacerse millonario.
Rock quedó como el símbolo genuino de vender una “piedra” de producto, hacerlo deseado y conocido, y hacerse millonario.