Tradicionalmente, los precios terminados en 9 han sido un sinónimo de oferta o de productos cuya estrategia competitiva era la de liderazgo en costes. Sin embargo, los precios que finalizaban en 0 aportaban prestigio, mientras que el 5 era un valor mucho menos definido.

A mediados de mayo, la comisión europea comenzó a plantear la posibilidad de eliminar las monedas de 1 y 2 céntimos. Los altos costes de producción y el bajo valor de dichos centimos parecían ofrecer una alternativa racional.

Aunque el redondeo suele ser al alza, también se plantearía una evolución en los precios psicológicos. Muy posiblemente el 0 continuaría siendo precio de prestigio, mientras que el 5 pasaría a ser el nuevo precio de «oferta». Esto implicaría que el redondeo no siempre se realizaría al alza. Si analizamos los precios de un supermercado, muchos de los productos gancho, tienen un precio finalizado en 9. Si los supermercados quisieran mantener ese mismo efecto, deberían de abaratar sus precios cuatro céntimos.

El resultado de la ecuación en la que unas fuerzas tienen a subir el precio (incrementar los márgenes) y las otras (precios psicológicos) a abaratarlos resulta un valor más incierto del que los madios de comunicación masivos adelantaban.


Uso de cookies

Este sitio web utiliza cookies para que usted tenga la mejor experiencia de usuario. Si continúa navegando está dando su consentimiento para la aceptación de las mencionadas cookies y la aceptación de nuestra política de cookies, pinche el enlace para mayor información.plugin cookies

ACEPTAR
Aviso de cookies