El productor musical y youtuber nos ayuda a adaptarnos al teletrabajo durante el confinamiento con una sala de trabajo virtual que ha reunido a más de 11.000 trabajadores en una sola sesión
Con la irrupción del Coronavirus y el consecuente confinamiento, el teletrabajo se ha instaurado en muchas casas, transformando los hábitos de millones de personas. Como respuesta a esta nueva situación han surgido salas de trabajo virtuales, a través de las cuales las personas que lo deseen podrán completar sus tareas sin sufrir los contras del trabajo a distancia.
El teletrabajo suele ir acompañado de un aura idílica: cuando una persona comenta que trabaja desde casa, enseguida surgen los comentarios de envidia sana —e insana —. Muchos de los que nunca han teletrabajado se imaginan a esa persona apoltronada en el salón, con el chándal y las pantuflas, y una camisa planchada colgando de la puerta lista para la próxima videoconferencia. La verdad coincide, en parte.
Y es que el trabajador que afronta por primera vez el venerado teletrabajo se encuentra con una situación nueva, muy diferente a lo que muchos habían imaginado. Desarrollar nuestra vida laboral y personal en el mismo lugar suele ser el primer escollo: es importante separar espacios, imponerse horarios. Muchos acaban contestando a correos electrónicos a las diez de la noche frente al televisor. Otros se ven inmersos en una nueva vida, más sedentaria y solitaria, en la que desaparecen los cafés con los compañeros y las caminatas hasta la parada del autobús. La disciplina que impone el entorno laboral y la presencia de superiores, la comunicación fluida, desaparecen, se convierten en responsabilidades del individuo; que sigan aplicándose dependen de su voluntad y compromiso.
Las salas de trabajo virtuales ya existían antes de la pandemia: universidades, bibliotecas y empresas suelen disponer de estos entornos, que facilitan la interactividad de los individuos a distancia a través de plataformas que permiten compartir archivos, realizar teleconferencias y presentaciones con contenidos audiovisuales, organizar las actividades en calendarios, además de muchas otras utilidades.
Para combatir el aislamiento y ayudar a los teletrabajadores a organizar su tiempo durante la pandemia, han surgido salas de trabajo virtuales que podrían calificarse como masivas; no son exclusivas para grupos preestablecidos, sino que están abiertas a todos y se valen de las redes sociales para desarrollar su actividad. Un ejemplo destacable lo encontramos en la sala de trabajo virtual de Jaime Altozano, youtuber y productor musical, que ha desarrollado esta iniciativa para apoyar a los teletrabajadores.
Para acceder a la sala de trabajo de Jaime Altozano —que ha llegado a congregar a más de 11.000 trabajadores a lo largo de una única sesión —los usuarios deberán visitar su canal de Twitch, una red social especializada en la retransmisión de videojuegos y eventos en directo. Ahí podrán consultar los horarios y las normas de la sala. En los directos, los usuarios verán la retransmisión y podrán interactuar con Jaime Altozano y con el resto de los trabajadores a través del chat. ¿Y qué se transmite? ¿No se supone que estamos aquí para trabajar?
Durante las sesiones de teletrabajo, la mayoría del tiempo veremos cómo trabaja el youtuber; está pensado para ser un contenido en segundo plano. La música es relajante, si levantamos la vista vemos a otra persona trabajando, como nosotros —lo más cercano a compartir mesa con un compañero —. Y lo verdaderamente interesante es que se establece una atmósfera de trabajo, se organiza el tiempo, con sesiones de trabajo y de descanso, en las que los usuarios suelen compartir sus experiencias, y de las que incluso pueden surgir nuevas oportunidades.
Existen normas de convivencia y reglas: por ejemplo, está prohibido hablar durante los periodos de trabajo. El ambiente es positivo y respetuoso, y si alguien está dispuesto a arruinar la experiencia, será expulsado de la sala. Los usuarios pueden sumarse a un contador de las personas que están trabajando, compartir las horas trabajadas y subir de rango; si lo sumamos a compartir oficina con un profesional tan reconocido e inspirador como Jaime Altozano, que durante los descansos comparte sus experiencias y consejos sobre el teletrabajo, nos encontramos con un entorno lleno de incentivos que facilita la adaptación al trabajo a distancia.
FOTO: Gabriel Martínez Carrillo