Las circunstancias, en este verano de 2020, en medio de una grave crisis económica y una quizás aún más grave incertidumbre, obligan a muchos sectores tanto a reinventarse como a reformular los protocolos y estilos de comunicación.
Ante la falta de certezas sobre cómo iniciará y se desarrollará el inicio del curso 2020-21 (si deberá ser en modelos de semi presencialidad, dudas sobre los turnos alternos, aforo en las aulas, protocolos de seguridad para alumnos de menor edad, posibilidad o no de espacios y momentos de comedor…), el sector educativo -sobre todo el privado- debe reforzar una serie de mensajes si desea mantener e incrementar el número de alumnos.
- Excelencia. Los alumnos y las familias han expresado su preocupación sobre la equiparación de calidad de los modelos no presenciales. La excelencia debe continuar siendo clave, bastión incluso más evidente en estos momentos. Comunicar los rasgos diferenciales de calidad, explicar, con claridad y transparencia, los parámetros que validan los modelos nuevos, es muy importante. Identificar los valores de nuestro personal, comprender y compartir los rasgos de excelencia del cuerpo docente, es clave. El cambio de ritmos y la aceleración de adaptaciones no puede percibirse como improvisación o carencia de esmero y premura.
- Innovación. SI la creatividad es siempre un plus: hoy la vanguardia en las ideas y las soluciones innovadoras son un imperativo. En momentos de dificultad los clientes premiarán a aquellos que, con audacia, originalidad y brillantez, sepan proponer soluciones nuevas. También que sepan contarlo en aquellas plataformas y espacios en que se encuentran nuestros públicos potenciales.
- Flexibilidad. La imposibilidad de predecir, de prever y anticipar son hoy una constante. La rigidez, la incapacidad de adaptación por parte de las instituciones pueden resultar muy frustrantes. Los clientes premiarán a aquellas firmas que demuestran capacidad de adaptación.
- Agilidad. Proactividad, dominio de los canales e interlocutores para la respuesta inmediata, actualización constante de estados de la cuestión e incluso previsión de escenarios probables que permita reacciones con enorme rapidez y capacidad de adaptación. Son valores hoy imprescindibles.
- Cercanía. En momentos de crisis los usuarios y clientes agradecen particularmente las demostraciones de empatía y vecindad. Por eso, el trato personalizado, adaptado a los requisitos de cada cliente/alumno