La fusión de la comunicación de Activision y Blizzard, nos separa de nuestro cliente más histórico.
En 2008 fundamos la agencia. Éramos pocos y jóvenes. Muy al principio, éramos solo cuatro personas: Ana, Fran, Paolo y Blizzard. Blizzard fue nuestro primer «Major» de la industria del videojuego y se convirtió en prácticamente, parte de nuestra identidad como compañía.
Después vinieron desafíos mayores. Nos multiplicamos por 10. Llegaron otras grandes como Riot, Warner, Square o Bethesda. Nos hicimos fuertes en otros sectores como tecnología, universidades o turismo, e incluso comenzamos a trabajar en territorios cercanos como Italia y Portugal, y no tan cercanos como Japón o Latam.
Fue la primera vez que nuestro equipo se fusionó con un cliente, y juntos nos enfrentamos a los desafíos que nos esperaban a principios de la década pasada.
Algunos fueron elementos externos como las redes sociales que nacieron (y algunas murieron), la eclosión del competitivo, jóvenes que creaban videos para Youtube y conseguían primero miles y después millones de visualizaciones en todo el mundo, la explosión del stream, etc. Otros cambios, fueron construidos por la compañía: la incombustible juventud de World of Warcraft, el shooter que cambió el género, un juego de cartas que se convirtió en masivo…
Durante todos estos años aportamos nuestro granito de arena a las inmensas franquicias de la compañía: World of Warcraft, Diablo, Overwatch, Heroes of the Storm, Hearthstone, Starcraft…
Por España, también pasaron algunos de los creadores más importantes del momento. Tuvimos a dos de los más grandes como Frank Pearce y Jeff Kaplan. Organizar las interminables agendas de entrevistas, balancear sus tiempos y perfiles de entrevistadores, nos ayudó a crecer como empresa de comunicación.
Pensando en grupo, nos cuesta encontrar una mala experiencia en estos tiempos y la mayor parte del mérito, lo tiene la que durante todos estos años fue la responsable de comunicación: Sara Fernández.
Ella fue una de esos casos en que puedes hablar con absoluta franqueza acerca de si los KPIs eran desorbitados o fácilmente alcanzables. Compartimos muchas reuniones, infinitas negociaciones y algunas noches de instalaciones para eventos que iban demasiado ajustadas en tiempo…. un código que viajaba desde Francia, una decoración exclusiva que debía estar en España 12 horas antes de partir hacia otro país, etc. Nunca le escondimos un problema, nunca hizo falta.
Su guía estratégica y conocimiento del mercado nos ayudaron a alcanzar hitos únicos; y creo que en gran parte, también nos ayudó a crecer como agencia en unos valores de trabajo en equipo y conocimiento profundo, no solo de periodistas e influencers, sino de los objetivos y la cultura de la empresa con la que colaboramos.
Mejor comunicación de Evento 2017 en los pemios EventoPlus, Mejor Evento en los premios Agripina del mismo año. La foto de Rubius y Mángel acompañados de algunos de los mejores creadores de contenidos de nuestro país fue la portada de nuestra web durante meses. Conseguimos más visualizaciones que las acciones gemelas desarrolladas en Francia, Italia, Reino Unido, Alemania y Polonia juntas.
Si has llegado hasta aquí (posiblemente seas la única persona que lo ha hecho), es porque realmente te interesa la vida de las agencias de comunicación. Dos secretos y dos conclusiones:
- Es imposible subir el fee de forma sustancial en 13 años de trabajo.
- Es muy difícil convencer al joven ejecutivo que llevaba la cuenta en 2008 para moverse a cuentas más lucrativas pero inmensamente más aburridas según su perfil profesional se desarrollaba.
Y las conclusiones:
- Un cliente de 13 años es difícilmente rentable para una agencia de comunicación.
- La rentabilidad, en compañías como la nuestra, es el menos importante de los criterios. Cómo fijarse en la rentabilidad cuando tenemos una historia de más de una década juntos.
Hoy, día 1 de abril, es el primer día en que no tenemos que preocuparnos de la nueva expansión de Hearthstone, ni de las expectativas de lo nuevo de World of Warcraft. Lo echaremos de menos.